así debe sentirse vivir en medio de las consecuencias de un Tsunami.
tengo todo revuelto... la ropa desparramada, cajas amontonadas con cosas que revizo para ver que puedo encontrar que no recuerde que me estoy olvidando, rincones nuevos que nunca había visto llenos de objetos apilados que no se bien cuando comenzaron a formar parte de mi patrimonio de sin sentidos.
Clasifico y reclasifico, guardo, doblo y apilo.. pero si hasta organizo las hormigas que desfilan fuera de linea en la pared de atrás del patio...
Es que tres meses fuera de casa demandan presición de estratega militar para evitar dejar algo librado al "azar", ese sujeto que se empeña en sacarme de las casillas cada vez que aparece y atenta contra mi casi única obsesión, la de tener todo, todo, bajo control.
Por ahora la casa va quedando bajo régimen marcial.
El problema lo estoy teniendo con las valijas, parece ser que son medias subersivas del orden, y por ahora se resisten a ser dominadas.
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