24/3/08

Luces del cielo




Queriendo anticiparnos, ingenuos, apenas dos horas antes del show partimos hacia el parque Simón Bolivar (como se llama casi todo por aquí).

Nos pareció mucha la gente que en la calle pululaba emocionada, pero como un puñado de arena en la mano ante la cantidad de arena de una playa, esto era montón insignificante comparado con los literales cientos de miles que ya estaban dentro, sumados a los demorados que continuaron llegando durante dos horas e infructuosamente quisieron aproximarse a la colmatada cantidad que ya había demarcado soberanía de su ubicación; tratando de hacerlo lo más cerca posible de un escenario que no se podía prescisar muy bien donde se situaba. Las cajas negras de tamaño excepcional desperdigadas sobre la lomada daban indicios, más no certezas, de dónde se presentaría el espectaculo. Más tarde, una voz repitió hasta el hartazgo de la multitud, que la presentación sería aérea, tratando de convencer con este argumento a los más relegados que no ocultaban su desilución por estar casi extramuros.

Por fin, la luz se calla y algunas explosiones son el preludio para la presentación de un personaje con antorcha que comienzó a trabajar una fragua de fuego y artificios.

Golpe tras golpe la intensidad de la llama da cuenta de un ritmo, del latir agitado de una especie de tambor. Se eleva un brazo mecánico unos 20 metros con una rueda de fuego; y con cada llamarada al cielo un golpe de calor sobre el rostro a pesar de los mas 70 metros hasta nosotros.

Tres actos, cada uno coronado por una explosión casi orgiástica del público extasiado y de cometas en el firmamento.

Al fin "un poco más de luz", por unos segundos eternos, la lluvia dorada de candelas ardientes se transforma en resplandor, y en bogotá es de diá. El final.

En verdad no importaba donde habia quedado ubicado cada uno en aquel mar de almas, las fantasias incandecentes lo habían cubierto todo desnudando el asombro y exaltación propias de los niños pequeños, hasta en los más duros.

Aplausos, gritos, y mucho por expresar pero sin palabras para hacerlo.

Una figura tenue incapáz de contener el cariño de todos alli, Fanny, la colombiana de argentina y organizadora, esbozó su agradecimiento casi tan inmenso como el que le brindó con ovaciones hasta el último de los presentes.
Si hasta pareciera que la luna era parte de la tramoya escénica, descubriendose de las nubes en perfecta sincronía con el final, llena y radiante bañando el parque de luz, para poder alcanzar las salidas.

Nadie pudo suponer lo que acaba de disfrutar. Indescriptible aún a pesar de las imágenes, las sensaciones únicas de haber asistido no pueden incorporarse plenamente a ningún relato.


flashes del show / datos del show
video del show (1) fuego - (2) luces

1 comentario:

Tavo dijo...

Hola Leo y hola Resisto, aca anda el Tavo dejandoles saludos, pasense por mi blog, que deje algo para ustedes, mas para Leo...

Un abrazo amigo! Exitos!

.......GusS..!*